miércoles, 15 de abril de 2009

Viaje de estudios a Francia

Ya se ha celebrado el viaje a Francia.
Después de dos trimestres de preparativos, de ventas de mantecados, lotería, dulces, bolígrafos,etc. y miles de contratiempos pudimos salir el viernes 27 de marzo a las 11 de la noche.
Un viaje, que por otra parte, se llenó de anécdotas desde las primeras horas hasta la última.
Durante casi 20 horas estuvimos viajando en autobús, donde dio tiempo de todo. hablar, reír, dormir...
El viaje se dividió en tres partes:
  1. Poitiers y visita al futuroscope.
  2. París, disneyland y Versalles.
  3. Burdeos y visita por los castillos de Loira y ambois.
Creo que hablo desde el punto de vista de todos cuando digo que ha sido una experiencia inolvidable, la magia de París nos envolvió desde el mismo instante en el que pisamos su suelo: lleno de limpieza, de monumentos grandilocuentes y exageradamente lujosos.
Resulta imposible describir todo, y es por eso que he preferido colgar las fotos para que vosotros hableís por sí mismo.
Antes de terminar quisiera nombrar a tres personas que han marcado el rumbo personal de esta singular experiencia.
Primeramente, a Ángela Mesas, alumna que dos meses antes del viaje enfermó, peligrando su vida. Luchó con todas sus fuerzas, para salir adelante, hasta poder incorporarse junto con sus coompañeros al gran viaje de secundaria. Tanto los compañeros como nosotros los profesores nos alegramos mucho de que definitivamente se pudiera incorporar al gran acontecimiento.
En segundo lugar, hago una mención especial a Pepe Marín, compañero de trabajo y de viaje que, por circunstancias personales, no pudo disfrutar de la excursión con sus propios alumnos, pero que desde la distancia no se perdió ningún detalle del mismo, a la par que ayudó muchísimo en todo para las visitas previstas pudieran efectuarse.
Y por último, no puedo olvidarme de Amadeo Arán, compañero que se incorporó a nosotros para disfrutar de unas vacaciones distintas a las acostumbradas, y desde luego que lo fueron. Hizo las veces de guía, de profesor, de traductor...
En fin, posiblemente el curso que viene haya otro viaje de fin de curso, ni mejor ni peor, simplemente diferente.
En nuestras mentes quedará un viaje lleno de experiencias y que ha servido para conocer y conocernos.